Los sujetos abrieron fuego contra un grupo de personas y la población los atrapó, los golpeó y les prendió fuego.
La tarde del último domingo se tiñó de horror en el poblado de Santa Ana, provincia de Manabí, en Ecuador, donde la población tomó la justicia por sus propias manos de manera salvaje e incontrolable y quemó vivos a dos presuntos extorsionadores.
Los sujetos llegaron al sector a bordo de una motocicleta, abriendo fuego contra un grupo de personas reunidas en un salón. Las balas impactaron a tres individuos, dejando a la comunidad sumida en un estado de pánico.
Sin embargo, la sorpresa llegó cuando otros asistentes, armados también, respondieron al ataque con sus propias armas. Los agresores fueron alcanzados por los disparos y cayeron al suelo, sin imaginar la pesadilla que les esperaba.
En cuestión de segundos, una multitud enfurecida se abalanzó sobre los hombres derribados. La rabia y la indignación de la comunidad se transformaron en una turba que no mostró compasión con estos sujetos, cuya identidad se desconoce.
Los presuntos sicarios fueron golpeados con saña: patadas, puños y objetos contundentes descargaron una violencia brutal mientras los gritos de venganza retumbaban en el lugar.
Lo que vino después superó cualquier límite. Los cuerpos maltrechos fueron rociados con combustible y prendidos en llamas. Ardieron vivos, bajo la mirada atónita de decenas de testigos.
El humo negro y las llamas se elevaron, convirtiendo la calle en un escenario macabro de linchamiento popular.
Agentes de la policía llegaron rápidamente al sitio, pero ya era demasiado tarde. La zona fue acordonada y se inició el recojo de evidencias.
El hecho ha despertado una ola de debate en Ecuador, país golpeado por la ola de sicariato y crimen organizado. Muchos se preguntan si la violencia ciudadana es una respuesta desesperada frente a la ineficiencia del Estado.
En lo que va del año, Ecuador registra 6.449 asesinatos, una cifra cercana al récord del año pasado, cuando los homicidios llegaron a 7.062. En Manabí la cifra de homicidios alcanza los 886, de los cuales 19 han ocurrido en el cantón Santa Ana.
