El jueves 28 de noviembre, la profesora retiró el dinero en efectivo en el Mall de Comas, ya que no se le permitió realizar una transferencia interbancaria. Según relató, los trabajadores del banco le ofrecieron dos opciones: contar con una tarjeta física o recibir el dinero en efectivo mediante un cheque. Optó por el retiro en efectivo.
Camino a su vivienda, fue interceptada por una camioneta, de la cual descendieron tres hombres armados que le arrebataron el monto completo. Las cámaras de seguridad del Óvalo Infantes registraron el asalto.
La agraviada manifestó que los delincuentes conocían el monto exacto del dinero, lo que la llevó a sospechar de una posible filtración desde el banco. «El único que sabía era el cajero, yo y los delincuentes. He hecho el reclamo a la entidad, pero no me han respondido», declaró a Latina Noticias.
La policía investiga si hubo complicidad por parte de algún trabajador del banco o si los delincuentes utilizaron otras estrategias para acceder a la información. Por su parte, la docente exige al BCP asumir su responsabilidad, alegando sentirse desprotegida ante la falta de comunicación por parte de la entidad.
El caso ha generado debate sobre la seguridad bancaria y la protección de datos de los usuarios.
