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Relato de un náufrago: pescador peruano sobrevive más de 80 días perdido en el mar

«Llegué sin poder caminar. He sobrevivido gracias a la lluvia y he estado cocinando en leña casi un mes en mi bote», relató Máximo Napa Castro entre lágrimas. Fue auxiliado en Ecuador y en breve estaría siendo trasladado a nuestro país.

«Gracias a Dios que estás con nosotros». Entre lágrimas, la mamá del pescador Máximo Napa Castro se comunicó con su hijo luego de 84 días de incertidumbre.

Nada se sabía de Máximo, conocido como ‘Gatón’. El 7 de diciembre partió en su bote artesanal del puerto de San Juan de Marcona de Nazca y el 18 de diciembre del 2024 perdió contacto cuando se encontraba a 40 millas de la isla Santa Rosa en Pisco. La desesperada búsqueda llegó a su fin el 11 de marzo en aguas de Ecuador.

La desesperada búsqueda llegó a su fin el 11 de marzo en aguas de Ecuador cuando un barco pesquero del país vecino lo avistó. ‘Gatón’ fue hallado con extrema debilidad por deshidratación, insolación y hambre.

«Agradezco a Dios. Me encontró una tripulación hermosa, sensacional. Parecían mi familia. Llegué sin poder caminar. He sobrevivido gracias a la lluvia y he estado cocinando en leña casi un mes en mi bote. Me hacía mi arrocito… Hace 15 días no llovía, 15 días que no tomaba agua ni comía… Estoy tomando suero, comiendo despacio», relató ‘Gatón’ llorando, quien detalló que casi no podía respirar cuando llegaron a auxiliarlo a más de 600 millas.

Cuando dejó de llover, ‘Gatón pensó que no sobreviviría. Pero, al mismo tiempo, luchaba para no perder la esperanza: «Pensaba en mi madre, en mis hijos… Solo Dios pudo hacerlo. Nunca dejen de creer en Dios. Me ha dado una segunda oportunidad».

En sus primeras declaraciones a medios locales, Napa dijo que se mantuvo orando, y que el amor a su madre, y a sus hijos fue fundamental para que no se rindiera.

LA COMUNICACIÓN CON SU MADRE
A pesar de esta situación, Napa sacó fuerzas y se comunicó con su familia. Quería escuchar la voz de su madre, y cuando eso ocurrió rompió en llanto.

Inés Napa, hija del pescador, expresó su emoción por la noticia y confirmó en su Facebook «el milagro». Elena, la madre del curtido hombre del mar, comentó a medios locales que había llorado día y noche pidiendo que su hijo esté vivo y regrese a casa.

Elena contó que no recibió ayuda de las autoridades de San Andrés. «No venimos por plata, les decíamos. Queremos ayuda para que lo busquen, pedíamos. Así nos han tenido», denunció. A pesar de haber sido ignorada, ahora es la mujer más feliz del mundo.

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