
«El principal problema actual es la facilidad con la que se pueden crear agrupaciones que no representan a nadie. Entonces, lo que se debe hacer es elevar la valla para inscribir partidos políticos».
El jefe de la ONPE mostró en el Congreso las dos cédulas que serán usadas para votar en las elecciones 2026. En una se votará por presidente, senadores (por distrito único nacional) y parlamentarios andinos. En la otra por diputados y senadores (distrito múltiple).
Lo que llama la atención es que las dos boletas son sumamente largas debido a las decenas de partidos que podrán postular en los próximos comicios. Definitivamente, esta situación generará que personas cometan errores al confundirse o marearse con las decenas de filas y columnas.
La culpa de tener estas cédulas recae en el expresidente Martín Vizcarra, quien impulsó una reforma política de escritorio, intentando hacer encajar la realidad en la ingeniería electoral de algunos académicos, cuando es la ingeniería la que debe encajar en la realidad. Por otra parte, el Congreso también tiene responsabilidad por haber aprobado que el Senado se elija de dos formas distintas, pervirtiendo el sentido de la bicameralidad.
Muchos aseguran que esto se habría evitado con las PASO (elecciones primarias obligatorias). No obstante, aquello es poner la carroza por delante de los caballos. Si existieran las PASO, probablemente por cada partido habría al menos dos precandidatos. Esto significa que los ciudadanos ya no tendrían que elegir solo entre 50 partidos, sino entre al menos cien precandidatos. Al final el resultado sería simplemente una gran encuesta que de poco o nada serviría por la atomización del voto. Esto sucede porque las PASO buscan tratar el síntoma, pero no curar la enfermedad, que es la proliferación de partidos.
El principal problema actual es la facilidad con la que se pueden crear agrupaciones que no representan a nadie. Entonces, lo que se debe hacer es elevar la valla para inscribir partidos políticos. Cuando se reduzca el número de partidos a cerca de diez, recién ahí se deben aprobar las PASO. Estas permitirán que, aunque sean pocos partidos, estén sometidos a una democracia interna.