¡Cuidado!: 1 de cada 4 casos de cáncer de pulmón ocurre en personas que nunca han fumado

Si bien el tabaquismo es responsable de cerca del 85% de los casos, existe una realidad preocupante: miles de personas desarrollan esta enfermedad sin haber fumado nunca.
El cáncer de pulmón continúa siendo la principal causa de muerte por neoplasias en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si bien el tabaquismo es responsable de cerca del 85% de los casos, existe una realidad preocupante: miles de personas desarrollan esta enfermedad sin haber fumado nunca.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) estiman que hasta el 25% de los pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón no son fumadores, lo que obliga a replantear la idea de que esta neoplasia afecta solo a quienes consumen tabaco. Es fundamental comprender que todos estamos expuestos, en mayor o menor medida, a factores de riesgo que pueden favorecer su aparición.
En ese sentido, el doctor Yan Carlos Vargas, radiooncólogo y director de Oncodrip, explicó que existen distintos tipos de cáncer pulmonar. Entre los más frecuentes en personas no fumadoras se encuentra el adenocarcinoma, que se origina en las células que recubren los alvéolos y suele crecer lentamente. “Le sigue el carcinoma de células escamosas, que afecta a las vías respiratorias centrales, y el cáncer de pulmón de células pequeñas, una neoplasia menos común, pero muy agresiva”, precisa el especialista.
En las personas que nunca han fumado, esta enfermedad suele originarse por una combinación de factores genéticos y ambientales. Las mutaciones genéticas alteran el funcionamiento normal de las células pulmonares, y factores del entorno, como la exposición al radón (fuente de radiación natural que puede ser nociva), al humo de segunda mano, a productos químicos o a la contaminación del aire, incrementan el riesgo.
En los no fumadores, el cáncer de pulmón suele desarrollarse en zonas periféricas del órgano y crecer más lentamente, lo que puede permitir una mejor respuesta al tratamiento si se detecta a tiempo. Sin embargo, el diagnóstico temprano sigue siendo un reto, ya que muchas veces no forma nódulos visibles en las imágenes médicas iniciales.
SÍNTOMAS
- Tos persistente (con o sin presencia de sangre)
- Dolor o presión en el pecho
- Dificultad o silbidos al respirar
- Fatiga constante
- Pérdida de peso sin causa aparente
RECOMENDACIONES
- Evitar el humo del tabaco, tanto activo como pasivo
- Analizar los niveles de radón en el hogar
- Protegerse en el trabajo si hay exposición a productos químicos o polvo
- Reducir la exposición a la contaminación ambiental
- Consultar con el médico si existen antecedentes familiares de la enfermedad



