Arqueólogos egipcios descubren ciudad sumergida de más de dos mil años bajo el mar Mediterráneo

Una ciudad sumergida de más de 2.000 años salió a la luz frente a Alejandría, en Egipto. Se trata de Canopo, célebre en la Antigüedad por su riqueza y su culto a Serapis.
Arqueólogos en Egipto descubrieron los restos de una ciudad sumergida de más de dos mil años frente a las costas de Alejandría. El complejo incluye templos, viviendas, estanques para peces y un muelle de 125 metros, todo en sorprendente estado de conservación bajo el mar Mediterráneo.
El hallazgo corresponde a la antigua ciudad de Canopo, célebre en la época ptolemaica y romana por su riqueza y el culto al dios Serapis. La ciudad quedó sepultada por terremotos y el ascenso del nivel del mar, lo que la convierte hoy en uno de los descubrimientos subacuáticos más importantes de la región.
Reliquias rescatadas de una ciudad perdida en el Mediterráneo
La extracción de las piezas combinó el trabajo de buzos y grúas, que envolvieron las estructuras en arneses, retiraron sedimentos y aseguraron que las estatuas emergieran intactas. Entre los hallazgos destacan templos de piedra caliza, talleres artesanales, depósitos tallados en la roca para almacenar agua potable y estanques diseñados para la cría de peces.
Los arqueólogos también recuperaron estatuas de figuras reales y esfinges prerromanas, incluyendo una con el cartucho de Ramsés II. Además, apareció una estatua decapitada de época ptolemaica y la base de otra perteneciente a un noble romano, junto con restos de un barco mercante, anclas de piedra y una grúa portuaria en el muelle.
El ejército francés realizó un descubrimiento a 2567 metros de profundidad que rompe un récord en la historia de la arqueología
Arqueólogos en Egipto descubrieron los restos de una ciudad sumergida de más de dos mil años frente a las costas de Alejandría. El complejo incluye templos, viviendas, estanques para peces y un muelle de 125 metros, todo en sorprendente estado de conservación bajo el mar Mediterráneo.
El hallazgo corresponde a la antigua ciudad de Canopo, célebre en la época ptolemaica y romana por su riqueza y el culto al dios Serapis. La ciudad quedó sepultada por terremotos y el ascenso del nivel del mar, lo que la convierte hoy en uno de los descubrimientos subacuáticos más importantes de la región.
Reliquias rescatadas de una ciudad perdida en el Mediterráneo
La extracción de las piezas combinó el trabajo de buzos y grúas, que envolvieron las estructuras en arneses, retiraron sedimentos y aseguraron que las estatuas emergieran intactas. Entre los hallazgos destacan templos de piedra caliza, talleres artesanales, depósitos tallados en la roca para almacenar agua potable y estanques diseñados para la cría de peces.
Los arqueólogos también recuperaron estatuas de figuras reales y esfinges prerromanas, incluyendo una con el cartucho de Ramsés II. Además, apareció una estatua decapitada de época ptolemaica y la base de otra perteneciente a un noble romano, junto con restos de un barco mercante, anclas de piedra y una grúa portuaria en el muelle.
Canopo, el centro del culto a Serapis en la Antigüedad
El descubrimiento confirma que se trata de una extensión de Canopo, ciudad reconocida en la Antigüedad por su prosperidad y su papel como núcleo religioso. Allí se levantó el principal santuario dedicado al dios Serapis, una divinidad creada por Ptolomeo I para unir las tradiciones egipcia y griega, cuyo culto se expandió por todo el Mediterráneo.
Referencias históricas como las del filósofo romano Séneca describen a Canopo como un espacio de lujo y excesos, aunque también reconocían que era posible llevar allí una vida sobria. La evidencia arqueológica hallada bajo el mar refuerza esa visión y aporta nuevas claves sobre la vida cultural y espiritual de la ciudad antes de quedar sumergida
Alejandría y la amenaza del mar en el presente
Más de dos mil años después, Alejandría sigue enfrentando el riesgo del mar. La ciudad se hunde a un ritmo de más de tres milímetros al año debido al asentamiento natural del delta del Nilo y a la sobreexplotación de acuíferos, lo que amenaza tanto a barrios residenciales como a zonas históricas.
La ONU advierte que, incluso en el escenario más optimista, un tercio de Alejandría quedará sumergido o inhabitable hacia 2050. De cumplirse estas proyecciones, cientos de miles de personas podrían ser desplazadas, y parte del legado arqueológico de la ciudad correría la misma suerte que Canopo y Heracleion siglos atrás.