Este miércoles, la derecha española logró que el Congreso reconozca a Edmundo González Urrutia, excandidato anti-Chávez, como presidente electo de Venezuela. Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue apostando por una solución negociada que respete la voluntad de las urnas.

La crisis en Venezuela y la llegada de González Urrutia a España, donde está desde el domingo buscando asilo político, han tomado un papel central en la política española, revelando las diferencias entre los partidos progresistas y nacionalistas que apoyan al Gobierno de Sánchez.

El Partido Popular, principal fuerza de oposición, consiguió que su propuesta para reconocer a González Urrutia recibiera 177 votos, provenientes de la derecha y de grupos nacionalistas como los vascos, que suelen ser aliados de los socialistas, pero que ahora se han visto en minoría frente a sus socios de izquierda.

Aunque la propuesta aprobada hoy no tiene efectos jurídicos directos, sí representa un gesto significativo.

La propuesta también exige el fin de la represión contra las protestas, la liberación de los presos políticos, y que se garantice la seguridad de la líder opositora María Corina Machado y de González Urrutia. Además, solicita que el Gobierno promueva el reconocimiento de González Urrutia en las instituciones europeas, con el objetivo de que asuma la presidencia de Venezuela el 10 de enero de 2025.

Por Prensa

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