El traslado forma parte de una estrategia preventiva orientada a reforzar el control interno y garantizar el cumplimiento de las medidas socioeducativas.
El Programa Nacional de Centros Juveniles (Pronacej) dispuso el traslado de 25 adolescentes del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo hacia un establecimiento de internación de alta seguridad en Lima, como parte de una medida preventiva de control y protección institucional.
Los jóvenes reubicados habían sido previamente clasificados como internos de alta peligrosidad, según los criterios técnicos y normativos que regulan la gestión de los centros juveniles en el país. La entidad señaló que esta acción se ejecutó en cumplimiento estricto de los procedimientos establecidos para garantizar la seguridad interna y el adecuado desarrollo de los procesos de rehabilitación.
El director ejecutivo del Pronacej, Francisco Naquira Cornejo, explicó que la medida busca asegurar el cumplimiento efectivo de las medidas socioeducativas impuestas por la justicia, así como fortalecer las condiciones de protección tanto para los adolescentes internos como para el personal encargado de su custodia y tratamiento.
“Este tipo de acciones contribuye a consolidar un sistema de atención que prioriza la seguridad, la disciplina y el respeto a los derechos humanos, sin perder de vista el objetivo central: la reinserción social de los adolescentes en conflicto con la ley penal”, sostuvo Naquira.
Según cifras institucionales, durante el 2025 el Pronacej ha ejecutado más de 2.400 operativos preventivos de control en los diferentes Centros Juveniles de Diagnóstico y Rehabilitación distribuidos en el territorio nacional. Estas intervenciones han permitido detectar situaciones de riesgo, reforzar mecanismos de supervisión y corregir fallas operativas en los recintos.
Asimismo, Naquira destacó la realización de cuatro megaoperativos simultáneos, que abarcaron acciones coordinadas de revisión, ordenamiento interno, verificación de medidas disciplinarias y control de áreas sensibles. Estos procedimientos, afirmó, permitieron asegurar el cumplimiento de protocolos, prevenir incidentes y garantizar la integridad de los adolescentes y trabajadores.
