Economia

Pesca industrial compatible en áreas naturales protegidas

Plan de Reserva Dorsal de Nasca adoptó iniciativa Salvamares de sector para la conservación de especies amenazadas.

Existe el mito de que la pesca industrial no es compatible con las áreas naturales protegidas. Se piensa que el desarrollo de esta actividad podría provocar, por ejemplo, la extinción de especies que se busca proteger, cuando en la realidad es todo lo contrario.

La pesca industrial es una actividad económica regulada por el Estado, cuyas familias, empresas y el propio Estado dependen del uso responsable de los recursos, una práctica que el sector desempeña muy bien y que ha sido avalado por autoridades peruanas y organismos internacionales especializados.

Uno de los problemas en las operaciones pesqueras es la captura incidental de cualquier especie no objetiva de la pesca, que puede conllevar a su extinción. Según la World Wildlife Fund (WWF), esta captura involuntaria puede representar el 40% del total de recursos que se extraen.

Conscientes de este impacto, en 2017, la Sociedad Nacional de Pesquería creó el Programa Salvamares, cuya aplicación consta de cuatro pilares, que no solo resuelven el problema, sino que promueven la conservación de los recursos.

La iniciativa obliga a las empresas del sector a que durante las actividades de pesca hagan un registro de la fauna marina, la temperatura del mar, las características de la pesca, entre otros datos con la finalidad de contribuir con el buen manejo pesquero. El otro componente es liberar en el acto las especies que las redes han capturado voluntariamente.

Según fuentes oficiales, por cada temporada, la pesca industrial ha devuelto al mar alrededor de 1,500 especies, evitando su extinción.

Autoridades adoptan Salvamares
Cuando en 2021 se creó la Reserva Nacional Dorsal de Nasca, el plan maestro que dicta qué se puede hacer y qué no dentro del territorio protegido adoptó el programa Salvamares como una de las tres estrategias para la conservación de especies amenazadas.

“La primera (estrategia) está relacionada con la generación de alianzas público-privadas para la conservación y posicionamiento del área natural protegida. En ese marco, los pescadores artesanales y la Sociedad Nacional de Pesquería, a través del programa Salvamares, implementan un registro de avistamiento, interacción y liberación de especies”, precisa el plan maestro.

El documento fue aprobado por autoridades como Sernanp, Produce, Imarpe, Ingemmet, así como el aporte técnico del Programa Perú de World Wildlife Fund (WWFOPP), The Nature Conservancy (TNC), la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Pro-Delphinus y Acorema.

Con ello, se comprueba que la pesca industrial no solo puede coexistir en las áreas naturales protegidas, sino que puede contribuir en su conservación.

Además, se debe tomar en cuenta el impacto que genera el sector en la economía, como la generación de más de 2,500 empleos.

“La pesca de anchoveta es sostenible y no ha afectado la Reserva de Paracas; por el contrario, es una fuente de empleo que genera divisas para el país”, subrayó Héctor Castro, un pescador industrial.

Datos:
El programa Salvamares ganó el Premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg 2020

Las universidades de Yale y Columbia han reconocido a Perú como el país con mejor desempeño pesquero en América del Sur gracias a la sostenibilidad de su pesquería de anchoveta.

“Nos quieren expulsar de nuestra actividad”
El secretario general del Sindicato Único de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú (Supnep) sostuvo que la pesca industrial puede convivir con las áreas naturales protegidas sin afectar su
conservación.

¿Es compatible la pesca en áreas naturales protegidas?

En primer lugar, entendemos que las áreas naturales protegidas son importantes para el desarrollo del país. Gracias a ellas se cuidan las especies y el medioambiente. Como peruano, estoy de acuerdo con que se protejan; sin embargo, lo que muestran los estudios es que la pesca industrial sí puede convivir con este manejo de
conservación.

¿Qué prácticas de conservación realizan en el día a día?

La pesca industrial se viene desarrollando desde hace más de 70 años y nunca hemos ocasionado daño o perjuicio al medioambiente ni a las zonas protegidas, desde su creación. Por el contrario, la pesca industrial, a través de los tripulantes y sus empleadores, ha implementado programas para proteger especies. Por ejemplo, está Salvamares: cuando en una faena de pesca se encuentra una especie acompañante, se maneja con el debido cuidado para ser liberada de forma segura a su medioambiente, permitiendo que continúe su desarrollo. Eso es algo que los detractores o quienes se oponen a la pesca industrial no mencionan.

¿Considera que, si se prohíbe la pesca en estas áreas, se afectan sus derechos?

Además de ser un derecho constitucional, el trabajo es también un derecho consuetudinario, porque es una actividad que venimos realizando desde hace más de 70 años. Nuestra preocupación es que los detractores de la pesca industrial busquen, a través de instrumentos legales en el Poder Judicial o en el Congreso, alejarnos o expulsarnos de nuestras zonas de pesca.

¿Cuál sería el impacto de una prohibición en estas áreas?

Afectaría de manera importante la economía de miles de pescadores y sus familias, así como la de toda la industria pesquera y sus miles de proveedores.

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