Las Líneas de Nazca, ubicadas en las pampas de Jumana en Ica, representan uno de los mayores enigmas arqueológicos del mundo. Estos geoglifos, atribuidos a la cultura nazca, consisten en figuras geométricas y representaciones de animales, seres antropomorfos y otros motivos, que han suscitado diversas teorías sobre su función. Algunas hipótesis sugieren que podrían haber sido un calendario astronómico o una red ceremonial, aunque aún no se ha logrado descifrar completamente su propósito.
En un reciente avance, los investigadores del Instituto Nazca de la Universidad de Yamagata, en colaboración con IBM Research, utilizaron inteligencia artificial (IA) para descubrir 303 nuevos geoglifos, duplicando el número de figuras conocidas hasta la fecha. La IA permitió procesar grandes cantidades de imágenes geoespaciales, identificando patrones que no eran visibles a simple vista. Este descubrimiento abre un nuevo capítulo en la comprensión de las Líneas de Nazca, ya que los investigadores creen que podrían existir hasta mil figuras adicionales en la región.
Además, los nuevos geoglifos descubiertos presentan dos tipos principales, algunos de gran tamaño, trazados con líneas rectas, y otros más pequeños en relieve, representando en su mayoría actividades humanas. Este hallazgo ha llevado a los arqueólogos a reconsiderar el propósito de las líneas, sugiriendo que podrían haber tenido un papel en la comunicación visual relacionada con la agricultura, la religión o la astronomía, dado que las sociedades andinas prehispánicas no utilizaban un sistema de escritura.
Este avance en la investigación arqueológica está marcando un antes y un después en el entendimiento de las culturas precolombinas y sus complejas manifestaciones artísticas y sociales.